lunes, 14 de febrero de 2011

El abordaje psicoterapéutico en Instituciones de Asistencia Médica Colectiva en las puertas del nuevo Plan de Salud Mental en el marco del Sistema Nacional Integrado de Salud

Artículo publicado en el número del mes de febrero 2011 de la revista Opción Médica

El nuevo Plan de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública que comenzará a regir a partir de este año, entre otras cosas, convierte a la psicoterapia en una prestación obligatoria para todas las instituciones pertenecientes al Sistema Nacional Integrado de Salud lo que implica una verdadera revolución en lo que tiene que ver tanto a las posibilidades de acceso de los usuarios a este servicio como en la forma de trabajo que los psicoterapeutas hemos tenido hasta el momento.

Pero esta revolución ya se inició, aunque de forma bastante heterogénea, en varias de las Instituciones de asistencia médica colectiva del país. En este artículo me voy a referir específicamente a lo que ha sido mi experiencia de varios años como integrante del Servicio de Psicoterapia de Médica Uruguaya, Institución que, aunque me comprendan las generales de la ley, debo decir que ha llevado la vanguardia, también en este rubro.

Este Servicio comenzó a funcionar en la Institución antes del 2005, cuando el SNIS aún era una promesa de campaña y si bien el mismo ha sufrido algunas modificaciones, en líneas generales, mantiene las mismas características desde los inicios. Yo me integré al equipo en 2006 y en ese momento éramos alrededor de 15 profesionales. Hoy día, cuatro años después, el Servicio ha tenido un crecimiento vertiginoso, con una demanda que crece significativamente día a día, lo que ha llevado a que en este momento esté en el entorno de los 70 profesionales con una importante diversidad de propuestas en cuanto a escuelas psicológicas y especializaciones.

Uno de los aspectos que creo más destacables de nuestro Servicio y que, a partir de este año, lo será de todo el sistema, es el costo que esta forma de intervención tiene para el usuario. En nuestro Servicio, quien accede al mismo a través del Fonasa, abona por sesión el valor de un timbre profesional, y aún en el caso de quienes no tienen ese beneficio, que en la medida que el sistema se siga universalizando son cada vez menos, el costo significa menos de la mitad del arancel profesional. Esto implica un verdadero cambio paradigmático, a partir de aquí, la psicoterapia dejó de ser algo que estaba reservado para la gente de mayores recursos, para pasar a ser accesible para todo aquel beneficiario del sistema que lo necesite. Estamos frente a una verdadera democratización de este recurso. Si bien, desde hace mucho tiempo han existido en el país distintos servicios generalmente asociados a las Universidades, Sociedades Científicas o Coordinadora de Psicólogos, que brindan la posibilidad de acceder a una psicoterapia con aranceles sociales, de bajo costo, a partir de ahora, el nuevo plan del MSP, implica una universalización de esta realidad y fija además pautas comunes a las que deben ceñirse todos los prestadores.

Al momento de escribir esto aún no está totalmente definido como serán los distintos tipos de intervención que a partir de su implementación el sistema abarcará, por lo que me referiré específicamente al Servicio que integro y a mi especialidad, psicoterapia de adultos.

Este es un servicio acotado en el tiempo con un máximo de 24 sesiones semanales, unos seis meses aproximadamente, que si bien no es poco tiempo, implica un cambio fundamental en lo que es el modelo de psicoterapia tradicional sin límite temporal.

Al mismo el paciente accede previo a consulta con un psiquiatra de la institución quién, si lo considera pertinente, le da el pase correspondiente. Una vez cumplido este requisito previo, el usuario se registra en el servicio y es convocado a una entrevista de derivación donde se evalúa si su demanda se adecúa a las características de la prestación y de ser así, se le ingresa al servicio y se le asigna un profesional con quien llevará adelante el tratamiento. En caso de considerarse que por la demanda del paciente o sus características personales no es este el abordaje indicado, es orientado hacia algún tipo de alternativa disponible.

Es importante dejar en claro que el tipo de intervención acotado en el tiempo, implica la necesidad de trabajar de forma focalizada por lo que, este enfoque estaría contraindicado para aquellas personas que padecen patologías estructurales o crónicas.

No es menos importante tener presente que para muchos de los pacientes que acceden al Servicio, esta es su primer experiencia en una prestación a la que conocen poco o incluso a la que nunca pensaron poder acceder. Si bien, cuando llega a nuestra consulta, el paciente ha pasado por, al menos, tres instancias previas, lo cual, en muchos casos ha servido para ir delineando el motivo de consulta, en muchos casos nos llegan personas acostumbradas al modelo médico de intervención, no nos olvidemos que estamos hablando de un servicio en el marco de una institución de asistencia médica, y les cuesta un poco asumir el cambio de abordaje. Por lo tanto, es sumamente importante desde la primera sesión esclarecer de la mejor forma posible el encuadre y que es lo qué pueden esperar del mismo.

Este tipo de abordaje implica la necesidad de acordar con el paciente acerca de los objetivos que el tratamiento tendrá, es decir, a diferencia de lo que ocurre en el modelo tradicional de psicoterapia donde generalmente no existe un límite temporal pre establecido, el saber que contamos con un número limitado de sesiones nos obliga a ser muy cuidadosos con las mismas y con los contenidos con los que vamos a trabajar. Por lo tanto, en este tipo de encuadre, la planificación no solo es necesaria, sino que su ausencia puede ser incluso anti ética. Existen tres premisas básicas a este respecto, tener claro que voy a tocar, hasta donde voy a tocar y si voy a poder cerrar lo que voy a tocar.

Como decía más arriba, en muchos casos estamos frente a personas que por primera vez tienen la posibilidad de acceder a una prestación de este tipo por lo que debemos ser conscientes de que, lo que ocurra en estas veinticuatro sesiones, no solo será muy importante para resolver aquello que lo trae a nuestro encuentro, sino que además, determinará en gran medida que la persona crea o no en este tipo de tratamiento y considere recurrir en un futuro a la psicoterapia si siente que lo necesita. Y esto no es menor, porque en muchos casos, lo que la persona vaya descubriendo en su tratamiento con nosotros va a implicar la necesidad de un abordaje de más largo aliento y, por lo tanto, parte de trabajo consistirá en ayudar al paciente en la construcción de esa demanda.

Otro de los aspectos que considero destacable de este tipo de abordaje, es que, el hecho de estar inserto en la institución de la salud a la que el paciente pertenece nos permite tener una mucho mayor posibilidad de contacto e interacción con los otros profesionales que lo puedan estar tratando lo cual permite una percepción de la realidad de paciente mucho más sistémica.

Como dije más arriba, el Servicio de Psicoterapia de Médica Uruguaya cuenta con profesionales pertenecientes a variadas Escuelas psicológicas y a su vez con diferentes especializaciones lo que permite un amplio espectro de opciones para el paciente.

En lo que me es personal, trabajo básicamente con pacientes adultos y mi marco referencial teórico es la Psicoterapia Gestáltica. De hecho, cuando ingresé a servicio, fui el primero perteneciente a esta corriente, y por buen tiempo el único en hacerlo, lo que implicó un verdadero desafío tanto para la Institución como para mi, dado que esta es una corriente aún poco conocida para el grueso de la población e inclusive dentro de los profesionales de la salud y de la propia Psicología. Creo que los terapeutas gestálticos no hemos sido buenos comunicadores de lo que hacemos y nuestra actitud bastante reacia a la sistematización y a la teoría, no ha colaborado con ello, generando, en muchos casos una imagen bastante parcial e incluso distorsionada de nuestro trabajo. Por esa razón quiero aprovechar la posibilidad que me brinda Opción Médica de dar a conocer mi trabajo, para en próximas entregas, trasmitir como la psicoterapia gestáltica me parece un abordaje por demás idóneo y en lo particular en lo que se refiere al tipo de intervención a la que me he referido en este artículo.